domingo, 7 de julio de 2013

DISCURSO DE FEDERICO GARCÍA LORCA AL INAUGURAR LA BIBLIOTECA DE SU PUEBLO: "MEDIO PAN Y UN LIBRO"

"Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede, que de un hambriento. Porque un hambriento puede calmar su hambre fácilmente con un pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que tiene ansia de saber y no tiene medios, sufre una terrible agonía..."



Discurso de Federico García Lorca al inaugurar la biblioteca de su pueblo. 
Medio Pan y un Libro.
Locución de Federico García Lorca al Pueblo de Fuente de Vaqueros (Granada). Septiembre 1931.
“Cuando alguien va al teatro, a un concierto o a una fiesta de cualquier índole que sea, si la fiesta es de su agrado, recuerda inmediatamente y lamenta que las personas que él quiere no se encuentren allí. ‘Lo que le gustaría esto a mi hermana, a mi padre’, piensa, y no goza ya del espectáculo sino a través de una leve melancolía. Ésta es la melancolía que yo siento, no por la gente de mi casa, que sería pequeño y ruin, sino por todas las criaturas que por falta de medios y por desgracia suya no gozan del supremo bien de la belleza que es vida y es bondad y es serenidad y es pasión.
Por eso no tengo nunca un libro, porque regalo cuantos compro, que son infinitos, y por eso estoy aquí honrado y contento de inaugurar esta biblioteca del pueblo, la primera seguramente en toda la provincia de Granada.
No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos. Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan. Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio de Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social.
Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede, que de un hambriento. Porque un hambriento puede calmar su hambre fácilmente con un pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que tiene ansia de saber y no tiene medios, sufre una terrible agonía porque son libros, libros, muchos libros los que necesita y ¿dónde están esos libros?
¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir: ‘amor, amor’, y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras. Cuando el insigne escritor ruso Fedor Dostoyevsky, padre de la revolución rusa mucho más que Lenin, estaba prisionero en la Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita; y pedía socorro en carta a su lejana familia, sólo decía: ‘¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera!’. Tenía frío y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía agua: pedía libros, es decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón. Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida.
Ya ha dicho el gran Menéndez Pidal, uno de los sabios más verdaderos de Europa, que el lema de la República debe ser: ‘Cultura’. Cultura porque sólo a través de ella se pueden resolver los problemas en que hoy se debate el pueblo lleno de fe, pero falto de luz.
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miércoles, 3 de julio de 2013

LIBROS ELECTRÓNICOS EN LAS BIBLIOTECAS PÚBLICAS A PARTIR DE 2014 (Winston Manrique Sabogal)

"La distribución de los títulos de los libros y el número de licencias o ejemplares digitales dependerá de las propias solicitudes de las bibliotecas y del número de usuarios de cada una de ellas"



Las más de 5.000 bibliotecas públicas españolas empezarán a prestar libros electrónicos a partir de 2014. El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte comprará, en principio, 1.500 títulos con un total de 200.000 licencias, o ejemplares, por un valor de 2.064.000 euros. Eso sí, este primer catálogo incluye solo obras escritas en español o traducidas. “La idea es crear un fondo común, un núcleo básico, que luego se irá ampliando, pero cuyo objetivo es trabajar en red con todo el sistema de bibliotecas municipales y de las comunidades para fomentar la lectura de libros digitales de manera legal”, explica Alejandro Carrión, jefe de Área de Planificación de Bibliotecas del Ministerio. Actualmente, el 68%de los españoles que dicen leer e-books lo hacen a través de descarlas ilegales.
¿Y si uno de los doce millones de usuarios de las bibliotecas solicita un libro en una de las lenguas cooficiales del estado español que no tiene su biblioteca? En ese caso, según Carrión, la biblioteca respectiva haría la solicitud a la biblioteca de la comunidad donde estaría ese libro en su lengua original. En el caso de solicitudes de libros en lenguas como el gallego, el euskera o el catalán, estas irán al Consejo de Cooperación Bibliotecaria donde se resolverá la petición. Además, aclaran fuentes del Ministerio, las diferentes bibliotecas podrán enriquecer su propio catálogo con los títulos que consideren necesarios. La idea es promover el préstamo interbibliotecario y activar esa red en el sistema de obras digitales. Esta es la teoría, porque el proyecto está en su etapa de convocatoria tanto para libros y plataforma. El plazo termina el 8 de julio.
Los mil quinientos títulos de la primera fase están basados en las preferencias de los lectores españoles, según la encuesta de Hábitos de Lectura de la FGEE. Una lista que en sus primeras posiciones incluye, especialmente, best sellers. El catálogo general cuenta con ocho apartados: 1- Ficción para adultos. 2- Ciencia y tecnología. 3- Ciencias sociales y Humanidades. 4- Salud, desarrollo personal, ocio, informática. 5- Idiomas. 6- Ficción infantil y juvenil. 7- No ficción infantil y juvenil. 8- Audiolibros. La lista de esta primera fase no está cerrada aún.
A Javier Cortés, presidente de la Federación de Gremios de Editores de España, que está trabajando en el proyecto con el Ministerio de Cultura, la idea le parece bien "siempre y cuando en ese circuito se respete la parte autoral y de derechos que se tienen que pagar. No es una cuestión de los editores españoles. La Unión Europea ha pedido con una directiva que se reconozcan los derechos autorales de los libros que se leen en las bibliotecas, exactamente igual con los ebooks”. Esperan que se creen los cauces adecuados. Eso depende, recuerda Cortés, más de las propias infraestructuras de las que se doten las bibliotecas, de los aparatos y del contacto con las librerías virtuales y contando la gente que lea y pagando sus correspondientes derechos.
La distribución de los títulos de los libros y el número de licencias o ejemplares digitales dependerá de las propias solicitudes de las bibliotecas y del número de usuarios de cada una de ellas. Una vez asignadas las obras el usuario-lector se inscribirá en el sistema de acceso creado para específicamente para obtener su carnet. Será como acceder a una web donde se ofrecen los libros, se especifica los que están disponibles, hace la solicitud y los descarga en su soporte electrónico, desde el ordenador hasta una tableta o Smartphone, y puede ser por descarga o streaming. La política del tiempo de préstamo está por decidir pero será similar a la de libros convencionales, dos o tres semanas, y una vez cumplido el plazo el sistema se desactivará.
Todo lo relacionado con las tecnologías emergentes ha aumentado en España vertiginosamente: el 58% de los españoles lee en formato digital, diez puntos más que hace dos años. Pero solo el 32% reconoce pagar por las descargas, mientras que hace un año esa cifra era del 36,9%. Lo que significa que el 68% baja o descarga gratuitamente los libros.
Con información de Flor Gragera de León
(Fuente: El País)